Joe Cocker demostró en Woodstock lo que valía con esta estupenda versión... tanta energía junta... tanta pasión...
Alguna gente califica el minuto 4:57 como el mejor grito de la historia del rock... Desde luego, tanta potencia en vivo es sólo posible gracias a una completa dosis de entrega...
Disfrutad, por favor...