El árbol, el árbol es a la entrada un tramo difícil de comprender por delante de los otros que, de otra forma, no tendrían tantas ganas de venir un rato a quedarse en las piedras de tus ojos.
Si de un momento a otro sonase la campana de tus cabellos, difícilmente podría yo resistirme a la belleza de los grandes genios vagos que ya no existen.
Ya no sé si sueño de verdad o si a veces me pongo triste cuando pienso que ayer y hoy y mañana volverán alguna vez para mirarme a la cara.
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2 comentarios:
Desengáñate, ayer y hoy no volveran y con un poco de suerte verás algo del veloz mañana. Es nuestro sino, crecer y crecer, sin que nuestro pasado se acuerde de nosotros ;))
Besos reencontrados
DANI!!!!!!!!! Ay, qué ilusión!!! Cómo echaba de menos tu blog... ahora mismito me sumergiré en él...
¡¡¡¡Un besazo!!!!
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