lunes, 12 de febrero de 2007

Línea - Psico

Se me ha ocurrido una idea. Estamos en la era de los ataques de ansiedad y pánico. También estamos en la era de los móviles. ¿Por qué no aprovechamos los dos factores y los unimos? Alguien propenso a los ataques de ansiedad se encuentra en la calle y le da un ataque: lo único que debe hacer es coger el móvil y llamar a Línea - Psico, un teléfono donde los que atienden son psicólogos profesionales. La persona hablará con el psicólogo de turno, se calmará y su vida seguirá adelante...
Cuando tenemos un ataque de ansiedad o de pánico, nos sentimos absolutamente solos en un océano hostil... una llamada a Línea - Psico y... todo arreglado... instrucciones de cómo respirar diafragmáticamente, cómo evitar pensamientos negativos y alguna idea constructiva...
Y esto no sería un "teléfono de la esperanza" ni nada por el estilo, los que atiendesen serían profesionales de verdad...
A lo mejor la idea ya existe, pero... nunca he oído hablar de ella... y estoy segura de que a más de una persona le vendría genial... y no me excluyo del grupo...

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Noooo, por favor!!!! el sicologo hasta en el móvil!!!

ahhhhhhh

Faerie dijo...

jejejeje... por cierto, manuel, no puedo escribir ningún comentario en tu blog! Y casi no puedo leer las entradas tuyas... qué raro!!!

Anónimo dijo...

Pues no sabría que decirte, ni idea de que puede ser.

Anónimo dijo...

-Solo el hecho de ser consciente a menudo de que uno necesita un psicólogo... mmm... -dijo Xavi con expresión de extrañeza tesándose la barba.

Faerie dijo...

¿qué piensas sobre eso...?

Anónimo dijo...

Contestó Faerie con mirada insistente y voz temblorosa, a lo que Xavi contestó:
-Mmm... pues... la verdad... no sé... pero quizá deberías ir a un psicólogo...
Faerie se empezó a enojar pero se contuvo. Xavi permanecía quieto y extrañamente pensativo, parecía alejado de la estancia en la que se encontraban. De pronto Faerie se inquietó al observar como unas lucecillas orbitaban alrededor de su cabeza, y enseguida tomó conciencia de como ella misma habia sido capaz de coger, de forma limpia y segura, el terrón de azúcar que había tomado de la mesa contígua encontrándose la sala sin luz eléctrica encendida alguna, a lo que le espetó con voz casi infantil, quizá llevada por un vago temor:

Faerie dijo...

-¡jo! ¡si conozco bien a los piscólogos, estuve con una durante bastante tiempo y me ayudó mucho! ¿Pero sabes...? Pero prefiero ver luces en la oscuridad y levantar terrones de azúcar con la mente... puede que sea desconocido, pero es más bonito...
Y miraba las luces que danzaban alrededor de su cabeza mientras saboreaba el terrón de azúcar...